lunes, 14 de noviembre de 2011

Sea un diamante.

Un diamante tiene muchas caras, pero todas brillan incesantemente. Es duro, pero suavemente se adapta a la joyería más fina y más delicada. Es transparente, pero tiene un color propio. Ser como un diamante significa desempeñar varios papeles, pero siempre estar brillando. Ser firme consigno mismo, pero muy, muy suave. Y ser transparente con los demás, sin perder su individualidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.