
Escrito por Daniela Jerez | 10 de Noviembre de 2011
Desde 2010 las drogas digitales, o musicales vienen ganando terreno entre los jóvenes y adolescentes, pues éstas pueden descargarse fácilmente de Internet al iPod por precios relativamente bajos, alrededor de 30 dólares o incluso gratis.
Por medio del sitio web ""i- dosing" se pueden descargar dichas melodías que llevan el nombre de heroína, marihuana, éxtasis, "puerta del Hades" entre otros nombres de narcóticos. Dichas melodías que el joven puede escuchar a través de su iPhone o celular, pueden inducirlos al mundo de las drogas reales.
Los primeros signos de atención por parte de las autoridades se dio el año pasado en el estado de Oklahoma cuando tres estudiantes fueron llevados con su director de escuela luego de presentar signos de intoxicación por drogas pero este fenómeno se ha extendido hasta llegar a los chicos mexicanos.
"I-dosing" funciona así: el adolescente conecta sus auriculares y escucha música, generalmente ruidos monótonos y bloques de 30 minutos que le puede provocar diversas reacciones siendo la más grave, las convulsiones. El sitio cuenta con 40 páginas de las "narcóticos disponibles" y los "efectos" que ocasionará en quien lo escuche.
Sin embargo en la opinión de la ingeniera en Mecánica Eléctrica con pre especialización en Mecánica de la UNAM, Érika Hernández Fernández, señala que desde el punto de vista físico "te puedo decir que ciertas vibraciones que genera la música (por los decibeles) pueden volver a la persona adicto, es decir, a que se incline más por algún género debido a que le gustan los decibeles que se manejan pero es imposible que la persona se pueda drogar con ésta".
"Cabe destacar que los efectos que tienen las drogas sobre el cuerpo son efectos químicos producidos sobre éste y que lo alteran. Los efectos que tiene la música son distintos, es decir, cuando escuchas música que te gusta, tu organismo produce dopamina pero cuando injieres drogas, introduces sustancias adicionales a tu cuerpo, es por eso que el efecto no es el mismo".
Hernández Fernández señala además que los decibeles generan vibraciones, algunas perceptibles físicamente y otras no por lo que la música tiene efectos físicos que hacen sentir bien o mal a la persona. Cuando ésta escucha algo que no es de su agrado, entonces el efecto que generan las vibraciones es que la persona se sienta mal, enferma o incómoda.
Por tanto, debemos entender que esta nueva moda de "drogas musicales" en realidad NO genera las mismas consecuencias que los narcóticos, sino que son "simuladores" de algunos efectos que las drogas reales pueden ocasionar en las personas tales como euforia, alucinaciones, sedación o tranquilidad y en casos extremos convulsiones, pero que pueden inducirlos al verdadero mundo de las drogas.
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